Una reflexión sobre economía:
Hasta ahora a China nos había sorprendido por su rápido crecimiento a pesar de ser un país comunista de un solo partido y donde toda su economía se planifica en planes quinquenales. Sin duda el carácter trabajador y sacrificado de esta milenaria cultura oriental se ha postulado como uno de sus principales motores. Confieso que soy un firme admirador de los chinos y de su cultura.

Sin embargo, el hecho de no dejar que la economía se regule a través de un mercado libre ha comenzado a hacer mella. Para q el crecimiento continúe a toda costa, los órganos locales del partido continúan haciéndolo crecer a base de recalificaciones de terreno para que luego empresas constructoras edifiquen edificios de viviendas. El metro cuadrado chino está extraordinariamente caro, sobretodo comparándolo porcentualmente con el de Estados Unidos y el PIB per capita de ambas potencias. Eso unido a los nefastos efectos de la ya desaparecida política de 1 solo hijo, que ha hecho que el número de mujeres sea inferior al de los hombres, por lo que las familias chinas se endeudan para que sus descendientes varones eleven sus puntuaciones a la hora de encontrar una esposa casadera.
Esto eleva el tamaño de la burbuja inmobiliaria a tamaños estratosféricos.
La pregunta pertinente en este punto es: ¿Cuándo estallará?

Imagen: Panorámica de Shenzhen
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